Como bien dice el titulo de este... texto mal escrito, es difícil. La vida es difícil. Olvidar y echar raíces nuevamente es complicado. Nadie dijo que aprender a golpes lo fuese. Pero a mi edad, todo es más difícil. Parece que todo se te cae encima. Lo que era tu perfecto mundo, se desvanece. Así porque sí. Sin explicaciones, sin lógica, desaparece. Y supongo que ahí está nuestra obligación: levantarse y aprender de los errores. Aunque cueste, hay que hacerlo. Con dieciséis años no puedo pretender arreglar el mundo y cambiar los pensamientos de la sociedad. No puedo. Es todo tan abrumador...
Siento que no puedo agradar a todo el mundo. No, por mucho que me empeñe no lo conseguiré. Odio esto. Odio tener que escribir para que alguien se digne a leer este maldito blog y pueda ser capaz de entenderme o quizá ahí también tengo yo la culpa. Como un amigo me solía decir:'' No estoy en tu cabeza, así qué dime que te pasa''
Tal vez tenga razón. Mi forma de ser no me permite expresarme como me gustaría. No por miedo ni vergüenza, si no por el rechazo, a no ser comprendida. He sufrido tantas veces ese temeroso NO rotundo por respuesta, que ya ni valor me queda para intentarlo. Es horrible sentirse así. Creo que a medida que pasan los días, más me equivoco y no corrijo mis antiguos errores del pasado. Lo dejo estar y me intento convencer de que ya se me pasará. Aunque sé, mi otra parte sabe, que no será así. O lo intento o lo intento. No hay más.
Pero el miedo es tan grande que mi mente tiene la sensación de que no puedo controlar mi vida. No soy capaz. Como si el destino me castigase. No sé. Se me escapa todo de las manos. Incluso en lo que me apoyaba cuando me sentía mal, se rompe. Por mi culpa, sí, por mi culpa. Y es desagradable pensar que haces sufrir a otras personas por tus miedos.
Se dice que mejor tarde que nunca y que la esperanza es lo último que se pierde. Por eso me aferro al consuelo de que pronto todo se solucionará. Se solucionará gracias a mi esfuerzo y al valor que no se dónde he sacado para pedir perdón e intentar continuar, con o sin ese apoyo esencial. Pero al fin y al cabo es otra manera de acabar y comenzar algo nuevo y mejor, espero.
Como siempre digo, mi orgullo es el culpable de muchas de las decisiones que he tomado. Pero hoy, he decidido hacer la vista gorda y dejarme llevar por lo que mi corazón me dicta.
Siempre hay tiempo para pedir perdón¿no?
Siento que no puedo agradar a todo el mundo. No, por mucho que me empeñe no lo conseguiré. Odio esto. Odio tener que escribir para que alguien se digne a leer este maldito blog y pueda ser capaz de entenderme o quizá ahí también tengo yo la culpa. Como un amigo me solía decir:'' No estoy en tu cabeza, así qué dime que te pasa''
Tal vez tenga razón. Mi forma de ser no me permite expresarme como me gustaría. No por miedo ni vergüenza, si no por el rechazo, a no ser comprendida. He sufrido tantas veces ese temeroso NO rotundo por respuesta, que ya ni valor me queda para intentarlo. Es horrible sentirse así. Creo que a medida que pasan los días, más me equivoco y no corrijo mis antiguos errores del pasado. Lo dejo estar y me intento convencer de que ya se me pasará. Aunque sé, mi otra parte sabe, que no será así. O lo intento o lo intento. No hay más.
Pero el miedo es tan grande que mi mente tiene la sensación de que no puedo controlar mi vida. No soy capaz. Como si el destino me castigase. No sé. Se me escapa todo de las manos. Incluso en lo que me apoyaba cuando me sentía mal, se rompe. Por mi culpa, sí, por mi culpa. Y es desagradable pensar que haces sufrir a otras personas por tus miedos.
Se dice que mejor tarde que nunca y que la esperanza es lo último que se pierde. Por eso me aferro al consuelo de que pronto todo se solucionará. Se solucionará gracias a mi esfuerzo y al valor que no se dónde he sacado para pedir perdón e intentar continuar, con o sin ese apoyo esencial. Pero al fin y al cabo es otra manera de acabar y comenzar algo nuevo y mejor, espero.
Como siempre digo, mi orgullo es el culpable de muchas de las decisiones que he tomado. Pero hoy, he decidido hacer la vista gorda y dejarme llevar por lo que mi corazón me dicta.
Siempre hay tiempo para pedir perdón¿no?
Dicen que el miedo, en cierta medida, es bueno, ya que te "protege" alertándote ante posibles "peligros". Aun así, no dejes que el miedo te paralice, ni que controle tus decisiones.
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