Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2012

Primavera y corazones de invierno

El invierno. Diciembre. Esa época del año es la que más aborrezco. ¿Motivos? Uno. El frío. Sí, el frío que es capaz de indagar por lo sentimientos, congelándolos y paralizándolos. Se cuela por los pies, desde nuestros dedos meñiques hasta la nariz, recorriendo cada rincón escondido de nuestro cuerpo. Endureciendo nuestra alma, nuestra existencia. Incluso a veces ese frío nos obliga a expulsar un hálito, desde nuestra boca, de auxilio. Intentando captar la atención de cualquier otra ánima que padezca la misma sensación glacial. Odio diciembre y sus consecuencias. El invierno es largo, largo y difícil de llevar. Es como si en invierno mis sentimientos invernaran y no despertaran hasta bien entrada la primavera. Es raro y quizá complicado de entender. Lo especial de esta vez es que ya hemos entrado en la primavera y mi corazón sigue perteneciendo al invierno. Ni siento ni padezco, ni te odio ni te quiero. Hoy aquí, tal vez mañana allá.  Siento que te pierdo y mi indiferencia, además de