Ir al contenido principal

La extraña necesidad de escucharme


Abrí el colorido y primaveral paraguas justo en el preciso momento en el que la primera lágrima del lloroso cielo explotó en mi frente. Las siguientes impolutas gotas cayeron atropeyándose unas a otras, arrebatándose protagonismo, como queriendo morir en este suelo denigrante y con mayor velocidad fueron rebotando sobre mis pies.
Allí debajo me sentía protegida y segura, tranquila y, sobre todo, me empapaba una sensación de bienestar. Pues llegaría a mi destino en cualquier momento. Esquivando sucios charcos caminaba al ritmo de la lluvia, sin detenerme y apresurada, como siempre. Entonces fue cuando, sin querer, un despistado conductor me bañó con esa misma agua agria y contaminada del suelo. Esperando una respuesta de cortesía, elevé mis brazos enfadada y realmente decepcionada, casi había conseguido no calarme esa tarde tormentosa, algo poco habitual en esta triste ciudad. Cuando las estúpidas gotas se abalanzaron sobre mí, miré al cielo como pidiendo una respuesta, tonta de mi! como si algún Dios me fuese a contestar... fruncí el ceño.
Dejé que se besaran mis párpados inocentemente cual adolescente enamorado y respiré no una, sino varias veces dejando que el olor a tierra mojada se apoderase de mi recuerdo. Dejé caer el paraguas despreocupadamente y lancé una sonrisa o lo que a mí me pareció una sonrisa. Y finalmente comprendí que no todo esta bajo mi control. Mientras tanto esas gotas suicidas me dieron vida y quise querer a la lluvia.
Recordé mi infancia y qué feliz me hacía escucharme! La infancia, siempre ese paraíso perdido, pero qué pasaría si quizá siempre ha quedado en nuestro subconsciente como diría Freud? Qué ocurriría si nuestra niñez permaneciera simplemente dormida? Esperando a ser llamada para acudir cualquier lunes de  otoño.
Tal vez ocuparse de uno mismo todos los días del año o al menos dos veces por semana, no es ser egoísta sino consecuente y agradecido con esa añorada infancia.
Por el momento yo elijo ser responsable y a la par mirar a los ojos a mi lejana niñez, como mínimo, de vez en cuando. No está mal dejarse llevar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No sé si es amor o hambre.

No puedo, no me salen palabras para describir como me siento. Necesitaba abrir este mundo de sensaciones y aclarar mis ideas. Pero es tanto lo que me ocurre, que se me hace imposible encontrar las palabras correctas.  No tengo nada claro. No sé como actuar, ni como hablar, tampoco sé qué decir ni como debo hacerlo, no sé donde está mi lugar, ni quienes son las personas a las que quiero a mi lado. Ahora mismo me siento tan vulnerable y pequeñita como una flor. Una flor débil y volátil, que con el minúsculo soplo de aire puede desvanecerse en la nada. Será cuestión de tiempo. Dicen que el tiempo lo arregla todo y nos pone a cada uno en su lugar, pero tiempo es precisamente lo que no tengo. No me apetece seguir al ritmo del mundo. Estoy molesta con todo, todo es tan perfecto que me siento inútil. Estoy enfadada con el mundo.  No sabría como explicarlo porque es un cúmulo de sensaciones desconcertantes. Por eso mezclo sentimientos y solo logro embarullarme aun más.  Ahora más que nunca veo

qué por qué te quiero!

Te quiero, te quiero a lo grande , te quiero pequeñito y travieso, te quiero aquí o allí, te quiero arrogante y dulce. Te quiero tonto y aburrido, te quiero en minúsculas, te quiero sin sal, te quiero exageradamente, te quiero cuando te despeinas, ¡¡te quiero con signos de exclamación!! te quiero por las noches, te quiero elegante y torpe. Te quiero egocéntrico y amable, te quiero borde, te quiero en blanco y en negro incluso en c o l o r e s , te quiero con Q. Te quiero despierto y soñador, te quiero enfadado, te quiero feliz, te quiero en letra negrita o con cursiv a. Te quiero cuando fumas y cuando no te quiero también. Te quiero por teléfono, te quiero en fotos, te quiero subrayado o tachado,  te quiero idiota, te quiero sensible, te quiero cariñoso, te quiero cada mañana, te quiero a la hora de merendar, te quiero durmiendo. Te quiero con el estómago, te quiero con los labios, te quiero con el hígado, TE QUIERO EN MAYÚSCULAS, te quiero con el corazón, te quiero a simple vista

Y una vez más...sin lógica alguna

No sé cómo ordenar mis palabras y escribir sobre ti, una vez más ... Son demasiados sentimientos encontrados que hacen bloquearme y por eso no puedo expresar con exactitud lo que siento. Es ridículo todo esto, ¿no crees? Es ridículo que te quiera, es ridículo que escriba pensando en ti, mientras tú no dejas de menospreciarme, es ridículo que seas el motivo de mi ''inspiración'' y aun más ridículo es que escriba sobre esto... No quiero, no puedo ni debo hacerlo. Se acabó, no te voy a olvidar. No sé si será bueno para mi o no, pero necesitaba tu presencia en mi vida, te necesitaba... Siempre es lo mismo, lo eres TODO siendo NADIE en mi vida. Ojalá llegue el gran día, el gran día que haga cambiar las cosas. Y gracias a ese cambio, quizá  mis dudas desaparezcan. Puede que te quiera o que solo seas una puta obsesión , pero haces que me sienta bien. Haces que me ria, te odio por hacerme reir de ésta manera eso lo sabes ¿verdad?Eres la persona que lo sabe todo de mi. S