¿Cómo empezar? Mejor dicho, ¿por dónde empezar? Supongo que debes saber todo lo que me causaste, todo el dolor, todas las esperanzas, el deseo... ¡Pero es tan difícil! Tal vez es por eso que me callo lo que siento, para no pasar por estos momentos. Para no recordar. En eso interviene mucho mi orgullo y mi debilidad. No quiero que sepan que no soy tan fuerte como aparento, eso lo sabes tú mejor que nadie.
Ya es hora de que lo sepas todo, me quitaré estas capas y derribaré este muro de hielo que he ido construyendo con desconfianza, rencor, falsedad. Lo primero que debes saber es que ya no te necesito, no dependo de ti para ser feliz. Es un gran alivio. No me gustaba depender de tu felicidad para sonreír yo también. Lo segundo, todo acabó únicamente y digo ÚNICAMENTE, por culpa tuya ¿por qué? Sencillo, destruiste todo. Malgastaste la única oportunidad que teníamos para querernos. Estaba dispuesta a quererte aun más. Durante meses tanteé la posibilidad de... decirte esto cara a cara y tú tomaste otro camino, erróneo o no, pero te alejaste a la velocidad de la luz. Dicho esto, empezaré por el principio, cuando todo comenzó.
Era una noche más, como otra cualquiera. Una madrugada más en la que desperdiciaba mi tiempo hasta que llegaste tú. No consigo recordar bien por qué, ni cómo te encontré, sólo recuerdo que me ilusionaste desde el primer momento que te vi. Día a día deseaba verte, hablarte y saber de ti, conocer tu mundo...tan distinto al mio.
Primero fueron las peleas tontas, luego continúo el tonteo adolescente y loco al que le siguió un ''tenemos que hablar sobre lo que somos tu y yo'' y finalmente acabó siendo un ''te quiero'' con las mejillas carmín rojo, incluido. Te quise, debo admitirlo. Creí en ti como una niña en el Ratoncito Pérez, confié en ti. Nunca, nunca, nunca me atreví a jugar contigo. Lo intenté, quise hacerte daño, lastimarte para que te arrepintieras del dolor que me causabas con tus desprecios, pero jamás lo logré. Con esto te demuestro que de verdad te quería y tal vez te quiera todavía, pero es algo que ya no interesa.
Cuando mejor estábamos, siendo nada y todo al mismo tiempo. Cuando éramos unos desconocidos que se necesitaban, que eran felices cuando estaban juntos. Justo en esa etapa, empezaron los celos, las desconfianzas y las discusiones fuertes. Miles de veces empezamos de cero, y una vez más a ese círculo vicioso en el que te odiaba pero quería que sólo tú fueras esa persona a la que adorar, fallar y perdonar para comenzar nuevamente con el consiguiente error. Pienso que en eso se basó nuestra relación. ''Lo nuestro'' se nutrió de fallos, de ''te quiero'', perdones y deseo, mucho deseo. Nunca supe la causa de nuestras actitudes, sé que la consecuencia es que estás desapareciendo de mi vida, te estoy apartando de todo mi mundo, te alejo de mi entorno. Es complicado, ya que me refugié en ti en mis peores momentos. Y ¿por qué no decirlo? A día de hoy, después de todos los cambios, cuando la luna invade mi cielo, te extraño. Pero no quiero volver a atrás. Mejor sin ti.
Quizá por eso duró tanto, porque necesitábamos perdonarnos uno al otro para continuar. Por eso estoy aquí, desnudándote mi alma, para poder seguir. Pero para seguir con mi vida, sin ti y tú, con tu vida, con tu felicidad. Sin mi.
Ya lo sabes, me conoces bien. Me gusta despedirme en condiciones y pedirte perdón porque eres de las pocas personas que consigue que deje a un lado mi orgullo. Sé que eres feliz, y que no necesitas que te cuente todo esto que sentí, pero en el fondo ambos sabemos que esperabas que escribiera pensando en ti. Para decirte un hasta luego. Sí, no es un adiós, es un hasta luego, nos volveremos a ver pronto, más pronto de lo que esperas. Cuando llegue ese día me dirás todo lo que me odias y me reprocharás mis errores, pero quiero que lo hagas mirándome a los ojos, siendo sincero. Y una vez más, lo siento. Te pido disculpas por haberte tratado mal, porque sí, lo hice. Me comporté como una inmadura contigo. Como escusa te digo que lo hice para llamar tu atención. Te veía tan maduro y repelente que no supe como acercarme, así que me comporté durante mucho tiempo, como algo que no era. Se podría decir que te engañé, nos mentí. Mientras te quise a ti, nunca hubo otros, ni viejos ni nuevos amores, sólo tú.
Me hiciste muy feliz, me enseñaste que puedo querer sin desconfiar, aunque luego me asustara y te cerrara la puerta. Aprendí de ti que vale la pena luchar por lo que se quiere. Comprendí que querer a alguien va mucho más allá de una bella cara, entendí que soy capaz de querer por encima de los obstáculos y por encima del destino. El mismo que hoy nos separa. Fuiste el primero al que quise por su interior, comencé a engancharme a tu forma de ser, lo demás es secundario. Te doy las gracias por cederme un poco de tus pensamientos, gracias por compartir tu vida conmigo. También he dejado a la confiada chica en el pasado, ahora analizo mis actos y me hago responsable de mis decisiones. Con esto no pretendo que nos des otra oportunidad, necesitaba decirte esto antes de que continuaras con tu vida. No quiero que sigas con tu rutina sin saber todo esto.
Hay algo más. Tuve la oportunidad de olvidarte, cuando acabaste con mi forma de quererte, tuve entre mis manos la oportunidad...y no lo hice. Preferí seguir a tu lado y cortar para siempre con el ayer, por eso nunca hubo nadie más. Aunque tú no me creas, así fue. Jamás me creíste cuando me sinceraba contigo. Ahí me defraudaste, yo confiaba en ti y tú no.Tú preferiste olvidarme y así lo hiciste.
Ahora me encuentro bien. Soy feliz, con lo poco que me queda. Guardo en una caja fuerte lo bueno de la vida. Soy feliz porque una etapa ha terminado y comenzarán otras nuevas. A pesar de que echo de menos tu voz, estoy mejor que nunca. Me he liberado por fin de esa sensación de desconfianza que nos rodeaba.
Para terminar quiero pedirte un último favor, sé muy feliz. Cura tus heridas a base de sonrisas. Arriesga por tu felicidad no te quedes quieto, búscala. Búscala en forma de mujer, en la música, en los pequeños detalles, en tu familia...pero sé feliz. Te pido esto porque el tiempo pasa rápido y puede que mañana necesites unas palabras de apoyo, pues ahí las tienes. No seas cobarde, como lo fuiste conmigo. ¿Por qué huir?
No te quiero.
Comentarios
Publicar un comentario