Las cosas me iban bien hasta que inesperadamente llegaste tú. Un día cualquiera en el que no tenía mucho que hacer, apareciste. Gracias a las redes sociales nos conocimos. Debo decirte que al principio no me llamaste la atención, aunque la gente me decía que eras de mi mismo pueblo y te comentaban cosas de mi, no te di mayor importancia. No tenía intención de conocerte, ni siquiera quería que supieras de mi vida, pero las cosas fueron a más. Y claro, comencé a contarte mis pensamientos, cosas de mi vida y en ese momento fue cuando comenzó todo. Aunque seguía con la idea de que solamente seríamos amigos, me empezaste a enganchar. Hablábamos hasta altas horas de la madrugada. Me sentía bien hablando contigo, por eso luego yo te iba buscando para estar mas cerca de ti. Nos hacíamos reír mutuamente, tanto que aun recuerdo una noche en la que hicimos tonterías, una tras otra. Siéndote sincera, me encantó aquella noche y sé que aunque hayan cambiado las cosas...esa noche también significó para ti.
Finalmente llegó el día en el que nos conocimos, me cautivaste aunque no quise creérmelo lo hiciste y eso fue lo que me llevó a ser a mi quien quería verte más y más. Pero lo bueno duró poco, tuvimos una charla de sinceridad y por culpa de ello te enfadaste conmigo y a la hora de estar juntos no era lo mismo. Y yo no me resigné a perderte o al menos perder tu amistad, así que te busqué y tu mosqueo desapareció. Me alegró tantísimo aquel día que decidí algo serio contigo o mínimo intentarlo y no quedarme con la duda de qué hubiéramos sido tú y yo. Tus caricias, tus besos, tus miradas fueron lo que hizo que me lanzase a la piscina.
Y ahí estaba yo, dispuesta a quererte pero algo ocurrió. De un día para otro me destrozaste, cambiaste de opinión del día a la noche y aun no comprendo por qué. Si decías quererme no entiendo por qué me echaste de tu vida de esa manera.
Conseguiste sacarme una sonrisa cuando más la necesitaba y tú mismo fuiste el que me dejó sola entre un lago de lágrimas. Comenzaba a ser mas positiva e intentaba buscar una solución para nosotros, tú no cambiaste de idea, al menos hasta ahora.
A día de hoy todavía me acuerdo de ti y me lamento por todo aquello que no hicimos y debimos haber hecho. ¿Sabes lo que más me duele? Lo que realmente me mata es que seguramente tú continúas con tu vida, sin remordimientos. Ahora sólo siento impotencia porque no dejabas que hiciera nada, rechazabas mis soluciones y yo solo quería estar contigo. Me dolió mucho ya que comenzaba a sentir algo bonito y por culpa tuya todo el sentimiento se fue.
La única manera de verte sólo está en mi cabeza, en mis pensamientos. Te recuerdo en las mañanas cuando me despierto y me mata no poder hacer nada. Supongo que por el momento sólo me toca sufrir.
[dedicación]
[dedicación]
Arriba el ánimo, Emilia. Que sepas que todos nos hemos enamorado, hemos sufrido, hemos pensado que el mundo se nos acababa, pero no es así. Aunque el primera amor, nos marca, siempre lo recordarás con alegría. Piensa que aún eres joven, y aún te quedan muchas cosas por descubrir, un mundo fascinante se encuentra ante ti.
ResponderEliminarPor cierto, sigue escribiendo, lo haces genial.
Esta publicación fue dedicada para a una buena amiga, fue una forma de demostrar que no está sola, yo estoy bien. Gracias por preocuparte de todos modos y por pasarte por mi blog, me ha hecho mucha ilusión:)
ResponderEliminar