Y una vez más, aquí estoy. Escribiendo todo lo que me provocas con tus actitudes, cosas que tú jamás sabrás. Y ¿qué coño? Es mejor que no las sepas, ¿para qué? Si en lo único que piensas es en utilizarme. La magia se perdió hace billones de kilómetros. Los sentimientos los dejamos a un lado cuando juntos escribíamos las normas de este juego suicida. Perdimos el conocimiento del tiempo, justo antes del primer beso. No pienso ponerme cursi, ni sensible, ¡es mas! cuando acabe de expresar todo lo que siento, prometo no tener ni una sola lágrima cayendo por mis mejillas. Es difícil no derrumbarse cuando mi única opción es perderte para siempre.
Todos los hombres, incluso muchas mujeres dicen que nosotras somos complicadas. Bien. Pues discrepo en esa estúpida e ilógica teoría. De hecho, yo tengo una más fiable. Los raros sois vosotros. No soy capaz de comprender, por qué entendéis todo a la inversa. Hablo en general, pero en particular hablo de ti. Hablo de tu facilidad para jugar con mis sentimientos, aun sabiendo que te quiero. Hablo de lo sencillo que haces el hecho de mentirme, hablo de tu maldita manía de cambiar las normas de este juego. Hablo de todas las cosas que piensas y no me las dices, hablo de que no eres sincero. No te pido que te cases conmigo, ni mucho menos, no te pido ser tu ''novia'', tampoco te estoy pidiendo que me presentes ante tus amigos de la mano, ni que me regales flores etc etc... Te exijo que me des un por qué. Eres libre de estar con quien desees, no te prohíbo nada y nunca lo haré. Tan solo quiero saber qué he sido para ti, quiero entender esa cabeza loca. Quiero comprender por qué ahora que no me tienes me quieres y ayer, cuando yo moría por ti, tú estabas de cama en cama. Regalando calor sin ton ni son. ¿Por qué me quieres a ratos? Yo entiendo que soy una chica difícil de llevar, mi carácter no es muy admirable, no tengo un cuerpo de cine, ni siquiera tengo un intelecto del que te puedas enamorar. Soy sencilla, una persona con sus motivaciones y metas. Sí, otra más del montón. Yo no te puedo dar la felicidad que mereces, ni la tranquilidad que necesitas, ni siquiera puedo aliviarte el dolor que este mundo loco te causa. Pero te quiero y puedo regalarte los mejores momentos de tu vida, si tú me lo permitieses. Sólo existe un problema, me cansé de enredos infantiles, me harté de ser la marioneta, me agoté de tus contradicciones. No quiero nunca más tus falsedades.
(Soy idiota, aun no he acabado de escribir esta mierda y ya estoy llorando)
Cuando quieras volver, será tarde. Piensa que el tiempo pasa. La brecha se ira cerrando y tu recuerdo se apagará, poco a poco, pero lo hará. Tic-tac.
Todos los hombres, incluso muchas mujeres dicen que nosotras somos complicadas. Bien. Pues discrepo en esa estúpida e ilógica teoría. De hecho, yo tengo una más fiable. Los raros sois vosotros. No soy capaz de comprender, por qué entendéis todo a la inversa. Hablo en general, pero en particular hablo de ti. Hablo de tu facilidad para jugar con mis sentimientos, aun sabiendo que te quiero. Hablo de lo sencillo que haces el hecho de mentirme, hablo de tu maldita manía de cambiar las normas de este juego. Hablo de todas las cosas que piensas y no me las dices, hablo de que no eres sincero. No te pido que te cases conmigo, ni mucho menos, no te pido ser tu ''novia'', tampoco te estoy pidiendo que me presentes ante tus amigos de la mano, ni que me regales flores etc etc... Te exijo que me des un por qué. Eres libre de estar con quien desees, no te prohíbo nada y nunca lo haré. Tan solo quiero saber qué he sido para ti, quiero entender esa cabeza loca. Quiero comprender por qué ahora que no me tienes me quieres y ayer, cuando yo moría por ti, tú estabas de cama en cama. Regalando calor sin ton ni son. ¿Por qué me quieres a ratos? Yo entiendo que soy una chica difícil de llevar, mi carácter no es muy admirable, no tengo un cuerpo de cine, ni siquiera tengo un intelecto del que te puedas enamorar. Soy sencilla, una persona con sus motivaciones y metas. Sí, otra más del montón. Yo no te puedo dar la felicidad que mereces, ni la tranquilidad que necesitas, ni siquiera puedo aliviarte el dolor que este mundo loco te causa. Pero te quiero y puedo regalarte los mejores momentos de tu vida, si tú me lo permitieses. Sólo existe un problema, me cansé de enredos infantiles, me harté de ser la marioneta, me agoté de tus contradicciones. No quiero nunca más tus falsedades.
(Soy idiota, aun no he acabado de escribir esta mierda y ya estoy llorando)
Cuando quieras volver, será tarde. Piensa que el tiempo pasa. La brecha se ira cerrando y tu recuerdo se apagará, poco a poco, pero lo hará. Tic-tac.
Comentarios
Publicar un comentario